Usar Google es fácil. La mayoría de veces es suficiente con introducir dos o tres palabras en el recuadro de búsqueda y cruzar los dedos. Sin embargo, buscar de forma efectiva es un arte que requiere cierta práctica.
Hay que aprender a hablar en un lenguaje que podríamos llamar “Googlés”, una forma de traducir lo que queremos encontrar a una serie de palabras adecuadas.
Además, como en todo lenguaje escrito, el Googlés resulta mucho más expresivo cuando usamos signos de puntuación, a través de los cuales se puede concretar el significado de lo que le estamos pidiendo al Gran Buscador. Vamos a darle un repaso a la gramática Googlesa.
Supongamos que el señor Pérez ha oído que con Google puede encontrar cualquier cosa que se le antoje. Con la sana intención de ponerse a googlear, se sienta delante de la pantalla, abre el navegador y escribe, en el recuadro de búsqueda, las siguientes palabras:
Los resultados que devolverá esa cadena de texto serán bastante pobres. A diferencia de otros buscadores, como Ask.com, Google no está diseñado para entender peticiones hechas en lenguaje natural. Hay que resumir el mensaje en sus partes más jugosas, prescindiendo de lo superfluo e imaginando el tipo de resultado. Por ejemplo:
Y la cosa ya mejora. La que antes era una frase que podíamos decir a un vecino, ahora se ha convertido en una especie de pensamiento tecleado. Pero puede dar aún más de sí cuando organizamos la oración a partir de un concepto nuclear y vamos añadiendo algún atributo extra. El resultado sería:
Como decíamos más arriba, Google también tiene una útil colección de signos de puntuación. Las comillas son, sin duda, uno de los más útiles. Resultan ideales para encapsular combinaciones de palabras. Usando la última búsqueda del señor Pérez, tendríamos:
convertir “pdf a doc” “conservar el aspecto original” gratuito
Asegurándonos – de esta forma – que se buscarán literalmente algunas frases en las páginas indexadas. Pero hay más operadores con los que mejorar la comunicación con Google. Aquí tenéis los esenciales:
– excluye una palabra de la búsqueda
[antivirus –evaluación buscará ‘antivirus’, pero no ‘evaluación’]+ fuerza una búsqueda de la palabra con sus caracteres especiales
[+añádele sólo buscará ‘añádele’, y no ‘anadele’]~ busca teniendo en cuenta los sinónimos de la palabra
[~convertir buscará también sinónimos de ‘convertir’]* se coloca entre dos palabras para indicar que puede haber texto entre ellas
[pdf * doc buscará ambos términos separados por otras palabras]OR es un operador lógico que separa alternativas
[queso OR pan buscará ambas palabras. También se escribe con | ]
Con todos estos conocimientos, el señor Pérez escribe una nueva frase de búsqueda, muy distinta de la primera y bastante más efectiva:
“pdf * doc OR word” “conservar * aspecto” +gratis -demo ~software
Comparad los resultados de la primera búsqueda del señor Pérez con la última y notaréis el cambio. Utilizar una pregunta literal sólo tendría éxito si apareciera en algún foro. Lo mejor, en el caso de Google, es introducir respuestas hipotéticas: será el buscador quien nos confirme su validez.
¿Cómo le habláis a Google? ¿Conocéis algún dialecto secreto para mejorar los resultados de búsqueda? Ha llegado la hora de compartir vuestros conocimientos…